Saturday, September 16, 2006

The Veteran


Scribbled on the edge of my pain
are battles of a youth I claim
to be found of love, dimmed
flowed with loss and Autumn wind

This life matter, stained in a tear,
soared by time and mournful shame
has wisdom's laugh, a keener ear
a silky mind, to fail or win

I've sought for joy, for passion and peace
but I am old, I hold no ease
I'm a stone of desire, released
Of written death, this veteran is

Friday, September 15, 2006

Pionero #8

- Ya son las 5:00 a.m. Levántense todos. Si nos apuramos, llegamos al cráter, antes de que el volcán vuelva a hacer erupción! -

Listo con su cantimplora, botas de montaña, sombrero, armas y municiones; Patrol Comander, de la patrulla "El Tigre" y el pionero, Scout #8, el primero listo, esperaba afuera, al resto de los muchachos. ya había preparado café y con el frío de la madrugada, estaría listo para tomarselo, sin quemarse la boca. Seguramente los demás, sí se quemaron . . . El umbral de dolor de Hugo, era mas alto que el de cualquiera.

Por el camino encontraría pasajes escabrosos, demasiado empinados y resbaladizos para un niño de 14 años, quien tendría que subir él y salir adelante con su familia; con todos menos Fernando, quien hizo el fatal viaje de la pulmonía, a los 7 y por supuesto, sin su padre, que se había ido, para recorrer una larga travesía por el cáncer, cuando apenas empezaba el camino. Sin saber que en la cima se reúnen siempre todos: los que llegaron primero, con los que llagaremos últimos y sin mirar atrás, el Boy Scout (mas boy que otra cosa, en ese tiempo), se astilló las manos y cansó sus pies. Adoleció y maduró a mitad de la senda. A su paso, se encontró con Haydée, quien al igual que Hugo, era de armas tomar y sin pensarlo dos veces, tomó sus cosas y los siguió. - No en todas las actividades participaba Haydée. Mientras celebraban su luna de miel, Hugo decidió atravesar a brazo de nado, el Lago de Amatitlán. Haydée, pacientemente, lo espero en la orilla . . .
Y es que Haydée, siempre lo esperaba a la orilla; preparaba el equipo: víveres, ropa limpia y una santiguada; y lo veía partir, a sabiendas de que Hugo siempre volvería.

Después de algún tiempo de andar, el camino se tornó menos peligroso. Alcanzó llanuras verdes, de paz, de esperanza. El aire soplaba puro y el sol del atardecer, ya no quemaba. Se bebió en el manantial, la satisfacción de haber criado cuatro hijos, igual de gallardos y superados, en muchas formas. Contempló con satisfacción y orgullo, uno y otro atardecer, en cada uno de sus nietos. Y cuando llegó la noche, alcanzó el merecido sueño reparador.

La mañana siguiente, trajo consigo bisnietos y entonces supo que el camino, a pesar de largo, mereció la pena. Cada golpe, cada raspón, cada pelea, cada derrota. Todas la veces que calló y al levantarse, llegó mucho mas alto que la vez anterior. Porque a pesar de que las luchas no fueron pocas, al final, siempre saldría vencedor.

La cima la alcanzó, este Patrol Comander, a los 92 años. Por la vía del Parkinson, fue el último de los muchachos Scouts en llegar al final. Y era de esperarse: si era el mas fuerte de todos y asistió a todos por el camino, era imposible que llegara primero. No fue de adorno que llevara el título de "Comandante de Patrulla", a lo largo de la vida.

Por cuestiones de registro, fue el Pionero #8. Por asuntos de heroísmo, siempre será el número UNO, en el corazón de toda su familia.

Wednesday, September 13, 2006

Nota Aclaratoria

Me causa mucha gracia el exponer mis ideas en este espacio. A pesar de que muy poca gente lo visita y lo lee, he recibido comentarios y preguntas a cerca de algunos temas aquí publicados.

La razón por la cual yo abrí este espacio y lo comparto con quien tenga el interés, y me haga el favor de leerlo, es porque me complace tener un álbum de temas que me gustan. No tiene ningún otro objetivo, mas que el de ilustrar mis memorias. Muchas de las cosas que escribo son basadas en hechos cotidianos, reales. Pero también otras muchas son producto de mi inventiva, son exageraciones, o son descripciones optimistas, pesimistas o cómicas de situaciones que en sí, no tienen ninguna gracia.

- El Pensador de Rodin se Llama Toribio, salió de la ducha, está sentado sobre la taza del inodoro y le da pereza vestirse -
Y quien me dice a mi que eso no es cierto? Esa es la interpretación que en esta oportunidad, se me ocurrió darle a esa escultura. Se me ocurre esa, porque no me convence la del hombre pensativo y filosofante. Y no me atrevería jamás a preguntarle al escultor, como se llamaba su modelo y por que lo esculpió en pelota . . .

Y de esa misma forma, un día tengo esta idea a cerca de aquel tema, pero puede ser que mañana se me ocurra una versión mejor, ¿o peor?.

Queda a criterio de cada uno la interpretación que se le pueda dar a cada nota. Y si me conoce, seguramente Ud. sabrá que parte es verdad y que parte es la verdad, retorcida en pretzel.

En síntesis, el contenido de este BlogSpot es propiedad de la autora y está basado en el color del cristal con el que se vea. Cualquier semejanza con la vida real, es mera coincidencia.

Pinto

No sé por qué me tardé tanto en decidirme a escribir esta nota. Y no es que sea de mayor importancia, para los demás, pero para mí sí lo es. Solo alguien como yo, que no hace amigos tan fácilmente, podrá comprenderlo.

A pesar de que esta no es una nota sobre mí, quiero aclarar que yo no soy una persona tímida, o callada. por el contrario, se me hace fácil hablar con extraños y si soy amigable, con todo el mundo. Pero ser amigable no es lo mismo que tener amigos. Yo sí soy una persona reservada; y a pesar de que una vez entrego mi amistad, es incondicional, no considero a cualquier conocido, un amigo.

Bueno, pero yendo al grano, Pinto fue muy especial conmigo, desde que llegué a las oficinas en San Juan del Obispo. Con una actitud curiosa, se me acercó y me fisgoneó, me juzgó, no se basado en qué, pero en seguida me di cuenta que yo, a su criterio, sí calificaba y con muy buen puntaje!. Desde entonces, me esperaba cada mañana en la puerta de la oficina y entraba conmigo, hasta mi escritorio, dónde recibía la consabida atención. Yo nunca me imaginé que fuera posible entablar una conversación con un perro, hasta que conocí a Pinto. Una vez yo me sentaba en mi puesto, el apoyaba su hocico en mi muslo y me miraba con ojos cariñosos. Si yo le preguntaba algo, el me contestaba, haciendo un ruido entre gruñido y chillido, en al misma tonalidad de mi pregunta. Yo sabía si pinto estaba cansado, dolorido, contento, hambriento, etc. El se las ingeniaba para darse a entender.

Yo me atribuí la tarea de comprarle su alimento canino, para asegurarme de que no pasara hambre. Aparentemente, Pinto vive desde hace varios años con Maynor, jefe de bodega, en San Juan. Nada mas que a 2 cuadras de la oficina. Pero él se dedica a vagar por las calles de polvo (lodo en invierno) y conoce a muchos otros perros del barrio; pero muy pocos son sus amigos. Pinto es un perro viejo, sabio y tranquilo. Le pertenece al pueblo y como buen ejemplar de propiedad pública, está en mal estado. Es flaco, tiene las orejas enormes, la cola torcida y una que otra herida, que se consiguió, disputando terreno o alguna hembra, por ahí . . . Y por lo visto, para él, la comida de fuera, es mejor que la de casa.

Muchas veces, hacía la siesta debajo de mi escritorio, mientras yo trabajaba. Y ahora que no trabajo mas en San Juan, me han contado que pasa buscándome, pero cada vez mas esporádicamente. A mi me parece que el entendió perfectamente, cuando yo le dije que no volvería mas y me despedí de él. Se dio cuenta de que era definitivo, porque le tomé fotos con la cámara digital. Yo creo que Pinto llega hasta el que era mi escritorio, esperando encontrar a mi sustituto, para pasarle la consabida inspección . . . Espero que esa persona sea del agrado de Pinto, guardián de mi lugar en San Juan del Obispo y gran amigo mío, a quien extraño muchísimo. Solo me queda agregar que fue un placer trabajar con Pinto.