La Bruja

En un pueblito silencioso vivía una bruja bullanguera.
Hacia dibujos, galletas, jabones o lo que fuera.
Cualquier cosa que le alegrara, la ocupara o la entretuviera,
cantaba villancicos, limpiando la nevera
y por las tardes regaba las flores, con una regadera.

La bruja barría con su escoba y no usaba su sombrero
vivía con una alondra, un perro y un cordero.
compraba azúcar para el té y flores para el florero
y los domingos hacia melcocha y jalea en su caldero.

No ejercía la bruja, no conjuraba, pero bruja, era . . .
tenía varios lustros y parecía quinceañera.
se iba pa' la plaza de tacones y cartera
con encantos y poderes que encantaban a cualquiera.

Pero tenía un secreto esta bruja:

Estaba hechizada por un brujo soltero
que la rondaba como abeja sobre jardín de primavera.
Era callado, guapo y misterioso cantinero
que con la sola mirada conseguía lo que fuera

Y la bruja, que colgaba sus sueños del ropero
decidió embrujar al brujo de la mejor manera,
sin hechizos, ni conjuros atrapar al embustero
pa' que por ella se quedara y nunca mas se fuera.