La Tavita

Mi abuela materna era la hija No. 6 en la lista de ocho hermanos y en vez llamarse Sixtina, se llamaba Octavia. Haydée Octavie Teresa, alias "La Tavita". Ese era su nombre. Descendiente de Belgas y algo así como tercera generación nacida en este glorioso país. Muchos pensarán que pudo haber sido muy patriota, porque se matrimonió con otro descendiente de Belgas. Mi abuelo Víctor Hugo, era su primo hermano. Así como lo oye (o lo lee, mejor dicho). Seguramente nada tuvo que ver con que se casaran, el hecho de que los dos tuvieran la misma ascendencia. Digo, si tenían la misma parentela y la misma sangre, ya es irrelevante el factor gentilicio.

Ninguno de todos sus hijos, nietos o bis-nietos salimos con cola de coche, -que yo sepa-. Lo que sí heredamos todos, fue cierta modalidad de expresión; que al resto del mundo le parece graciosa. A mi, incluso me daba mucha risa oír a La tavita, argumentar con alguno que se quería pasar de listo. Me acuerdo que en cierta oportunidad, Rafa, mi primo, le dijo - Abue, tu sí que roncás recio! Pobre mi abuelito, no lo dejás dormir!!- A lo cual ella muy demandante le contestó - Y tú?!?!?, quedate despierto un día y vas a ver como roncás!-

Mucha gente dice que La Tavita y yo, nos parecemos físicamente. Ella, en medio de su Alzheimer's, un día me dijo -Cara de chamaparrar!- Lo cual recuerdo con muchísimo cariño, puesto que fue una de las últimas oraciones que logró articular, mi pobre Cutu (por cututuíta, que así le decía yo). Y supongo que me lo dijo en calidad de insulto, por lo cual asumo que ella no consideraba que existiese parecido alguno, entre nosotras. Pero si Ud. se está preguntando que cara puede tener una "champarrar", fíjese bien en mi y listo.